
¡Fuerza y corage! Eso era lo que siempre me decía mi abuela cuando, de niña, me encontraba con un obstáculo, una decepción.
Fuerza y coraje, y si no hay coraje no hay nada que podamos hacer al respecto.
Es 'salma, ¿Es la deseo de venganza de una persona que lleva a levantarse.
Y quién sabe cuántas veces esta "fuerza y coraje" se ha repetido a la gente de Las Marcas y cuánto se les sigue repitiendo hoy, como si no hubieran puesto ya lo suficiente.
Levantarse después de un evento sísmico, para una zona montañosa / montañosa como la de las montañas Sibillini, no es poca cosa. Pueblos medievales aferrados a las colinas que se vieron obligados a lidiar con las mismas piedras con las que fueron construidos. Oh sí, porque el terremoto es algo que te golpea desde adentro cuando menos lo esperas. No puedes predecirlo. De repente, lo que era tu punto de referencia unos minutos antes se convierte en tu peor enemigo. Tus certezas se desmoronan rápidamente y con ellas también forman parte de tu vida.
Me considero muy afortunado, nunca he "experimentado" un terremoto de tales proporciones y espero nunca experimentar estas sensaciones. Pese a ello, creo que levantarse de tal evento te lleva a ser más fuerte, te lleva a reclasificar los valores de la vida que, en ocasiones, sobre todo en estos tiempos, parecen no ser tan sólidos y válidos.
La resiliencia de las Marcas y sus habitantes
No he probado el terremoto de Marche, pero recientemente tuve el placer de "prueba de resiliencia”De sus habitantes. Invitado deUnión Montañosa de las Montañas Azules, Descubrí una parte del territorio en un fin de semana en las Marcas. Entre los pueblos visitados destaco Colmurano, Loro Picino, Belforte del Chienti, Caldarola, Sarnano, Monte San Martino, Gualdo.
Países heridos pero indisolublemente unidos por un gran deseo de venganza que resulta de hablar con cualquier persona local. He visto y hablado con personas que aman los lugares en los que viven y están orgullosas de ello. Ama los productos de su propia tierra y te los cuenta con orgullo. Personas que entendieron que la colaboración entre personas conduce a una vida mejor para todos y no solo para el individuo. Los habitantes de estas zonas han hecho un sistema, han entendido que para empezar de nuevo la palabra fundamental es ayuda. Aquí, como dije antes, son las situaciones menos oportunas las que llevan a la gente a reclasificar sus valores.
He visitado numerosas empresas de la zona, no las mencionaré en este artículo porque escribiré una ad hoc, aquí seguramente me faltaría algunas "piezas" ... estas empresas se conocen, colaboran. El restaurante o el cortijo realzan los productos de la granja local y viceversa. Es el territorio que se promueve de manera coordinada y es lindo ver cómo cada una de estas empresas es consciente de la calidad de los demás productores.
Al profundizar las discusiones, la fuerza y el coraje dejan espacio para un poco de malestar sobre cómo el sistema nacional no puede brindar las condiciones ideales para ayudar realmente a las áreas afectadas. Casi parece, y tal vez lo sea, que el mérito del reinicio se debe única y exclusivamente a la fuerza de voluntad de los habitantes y de los numerosos voluntarios que llegaron a las Marcas.
Con quien hables, se puede vislumbrar esa nota de enfado hacia las instituciones que están enjauladas entre sus diversos trámites y cuya única respuesta a las iniciativas privadas es un "veamos" - "no se puede hacer" - "hay que esperar" para… ". En tres días de gira he escuchado tantas veces las palabras << esto no es posible >> que no me parecían ciertas.
Como italianos, lamentablemente, conocemos bien esta dinámica. Cuando esto ocurre en situaciones en las que debería estar listo y responder más rápido, entonces se arrepiente y se da cuenta de que quizás, ser tan embalsamado en burocrático (sí, llamémoslo) burocrático es simplemente malo.
Con este artículo, quería rendir homenaje, por así decirlo, a las personas que viven en estos lugares. Un pequeño aplauso a sus ganas de vivir. Sin nombre y apellido, ante un problema común todos reaccionamos juntos. Concluyo agradeciendo a las Marcas, fue un placer visitar el Monti Azzurri y hablar con sus habitantes, hablar con tanta gente con energía positiva, orgullosa de sus productos y de su territorio.